Hoy el partido se jugaba fuera.
Nuestra Peña se ha unido a la iniciativa de Libertad VCF apoyando dejar vacía la grada de Mestalla. Baraja y los chicos pueden estar seguros de que estamos a muerte con ellos, pero hoy era un día para significarse y luchar. Luchar por la supervivencia del club, por nuestros recuerdos y nuestros sueños valencianistas que con Peter Lim están siendo enterrados infamia tras infamia. Estamos en todo nuestro derecho, ¡faltaría más!, de defender el escudo que nuestros padres pusieron sobre nuestros pechos apenas nacimos. Durante la semana la propiedad llamaba a ocupar los asientos recordando las ventajas de la asistencia o la puesta a disposición del club de los asientos (curiosa jornada, esta 37, para recordarlo). Mientras, muchos valencianistas como nuestra propia Peña inundaban las redes con mensajes llamando a secundar la protesta. Poco más allá de las 18h comenzaba la concentración en la avenida de Suecia. Miles de voces pedían la marcha de Meriton y clamaban contra la ignominia permanente que sopone la gestión de nuestro querido club. Se difundían fotografías de las furgonetas de la policía aparcadas justo delante del stand de Libertad VCF impidiendo que la gente se acercara con normalidad, ¡qué casualidad! También empezaba a correr el rumor de que se habían regalado entradas a última hora y justo en tribuna... tampoco resultaba una sorpresa. El resultado, éxito rotundo de la protesta en la calle y sabor agridulce en la grada; el Valencia daba la cifra oficial de 36.000 personas pero hay que tener en cuenta que muchos abonados han validado sus carnets en el torno y se han dado la vuelta. El aspecto para el observador neutral era de un campo con algo menos de media entrada. La grada de animación, vacía. La conclusión es que la resistencia a Lim está muy viva, el singapuriense siempre nos va a tener delante. La pena es que todavía hay un sector de la afición que se ha acomodado a la mediocridad y la ausencia total de futuro; el conformismo también mata a nuestro Valencia. Esperemos que nunca sea demasiado tarde.